¿Conocen a alguien de esta foto? Pues creo que no. Son los mejores escritores que tenemos y son jóvenes. Es lamentable que se siga estudiando, en colegios y academias, a los mismos autores desde casi un siglo. Después de Bryce Echenique, Blanca Varela y Vargas Llosa, ¿quiénes más continúan la saga de nuestra literatura peruana?
No es culpa de colegios ni academias. Es denigrante que una universidad tan prestigiosa como lo es la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que solo se quede a estudiar y mencionar, en el caso de nuestra literatura, solo hasta la famosa generación del 70.
Se puede inferir, entonces, que nuestra literatura se quedó sin estrellas ni representantes después de esta generación. Solo nos queda, pues, lo que sus exponentes sigan escribiendo hasta nuestros días.
Esto evidencia que actualmente no tenemos críticos literarios ni investigadores de peso, que realicen una teoría literaria ni tampoco ningún estudio profundo, oficial, verosímil y contundente sobre nuestra literatura actual.
Si revisamos Internet solo obtendremos una lista breve de escritores peruanos jóvenes que han ganado algunos premios internacionales. No hallaremos ninguna reseña ni tampoco una crítica oficial sobre estos.
El Gobierno y sus dependencias no tienen ni el más mínimo interés por solucionar esto. Es más, ni se han dado cuenta, estoy seguro. Todo gira en torno a un individualismo literario, plagado de gustos personales y/o intereses editoriales. Ningún compromiso por estudiar profundamente nuestra literatura peruana actual.
¿Quiere decir esto que nuestros exponentes literarios no tienen nada nuevo qué expresar ni contribuir al mundo literario y la consecuente generación de nuevas facetas literarias? ¿Todo está dicho y hecho? ¿No hay más nuevas técnicas literarias? Sería la primera vez que aquello sucedería. Pero, entonces ¿por qué se dice que nuestros poetas y escritores jóvenes tienen mucho talento?
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos contribuye a muchos avances en las áreas de Ciencias y Medicinas, pero en Humanidades está aún encerrada en la década del setenta. ¿Será porque quienes realizan los exámenes de admisión no saben o no reconocen a los nuevos valores de nuestra literatura? Ergo, sus exámenes de admisión en literatura dejan mucho qué desear.
Con esta actitud poco profesional y erudita, la universidad promueve el atraso de la educación nacional, porque, quiéralo o no admitir, miles de jóvenes quieren ingresar a sus aulas... ¡Todos los años! Ello motiva que las academias y colegios preuniversitarios sigan repitiendo los mismos nombres y el mismo estancamiento en lo relacionado a nuevos valores de nuestra literatura peruana actual.
En conclusión, considero que flojera, ignorancia, petulancia, falta de criterio y poco o nulo interés por estudiar nuestra literatura, por parte de las autoridades competentes, están perjudicando demasiado a nuestra educación. Nadie toma la batuta para dirigir y ordenar canónicamente nuestra literatura actual. Solo hay voces interesadas, estudios aislados e individualidades literarias que no aportan al conocimiento, sino a la confusión. ¿Quiénes estudian nuestra nueva literatura?
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