¿POR QUÉ PALOMA VIRTUAL?

¿POR QUÉ PALOMA VIRTUAL?

martes, 30 de diciembre de 2014

La habitación de Hera

Niños divertidos; ahora, insolentes. Me pregunto si lo sabíamos antes de engendrarlos. Recuerdo que las mujeres me pedían protección. Incluso los varoncitos, temerosos de mi poder, me rezaban. Los cobijaba en mis brazos. ¡Qué puedo hacer! Me enternecen.

¡Ay, no! Justo viene hacia mí uno de los nuevos ¡Valor! Estos jovencitos preguntan mucho y me ponen nerviosa.

-      Hola bella Hera.

-      ¡Azrael! Angelito ¿así te llaman, no?, ¿qué haces por estos senderos tan hermosos? Creí que te aburrían.

-      Sí, me aburren, pero sé que te gustan. Estoy inquieto hace mucho tiempo y no me gusta esa sensación. Tanto estar con los humanos, se me contagia algo de su curiosidad. Disculpa indisponerte con tu baño de sacrificio, pero quiero hacerte algunas preguntas, ¿puedo?

-      Claro, pregunta. Además, ya no hay tantos como antes…Dime, tengo curiosidad…

-      Bien. Desde que se formó la Tierra no sabemos nada de nuestros hermanos. Ignoramos el por qué no salimos de este plano ¿No crees que ya debemos preocuparnos de esta situación?

-      Eres un jovencito eterno, sin duda. Hay cosas que deben dejarse como están y otras no. Estamos acá porque tenemos “hijos” qué cuidar para que no hagan destrozos.

-      ¿Cuidar? Eso era antes. Ahora hacen lo que quieren.

-      ¿De verdad piensas eso? Tu juventud te nubla. Desearán olvidarnos, pero dependen aún de nuestros poderes. Recuerda: el olvido se da por sí mismo, y nunca se impone. Somos eternos. Cuando hay que intervenir, intervenimos; cuando no, no.

-      ¿Entonces eso del libre albedrío es una mentira?

-      Ya eres grandecito. No hay libre albedrío, sino “causa- efecto”, tanto los dioses como sus criaturas están sujetos a esa ley universal. El libre albedrio es una ilusión. Hay errores que ocasionan pérdidas de tiempo, involuciones o atrocidades. Hemos hecho creer a los humanos que tienen un propósito en la vida. Nuestra eternidad nos da ese derecho y deber: una forma para evitar equivocaciones garrafales. Aunque algunos oportunistas lo aprovecharon para dar rienda suelta a sus vanidades.

-      La eternidad me aburre francamente. En fin, si los humanos desean muchas cosas, siendo la libertad la más ansiada, por qué viven en sumisión ¿Cómo se puede vivir de un modo diferente del que se anhela o piensa?

-      Te contaré algo sobre el Hombre: al reunirse en grupos tuvo que organizarse. Ahí empezó todo: “sectores” con ciertos privilegios; y otros, controlados. En la sociedad humana algunos dirigen y otros obedecen. Por eso, la mayoría de individuos perdieron la condición de libertad. No obstante, los esclavos sostenían al nuevo sistema. Claro, hasta que alguna otra clase ocupara su lugar.

A ver, utilizan mecanismos sencillos, pero efectivos para que otros entreguen su fuerza y tiempo. Guerras, extorsión, violencia a gran y pequeña escala, salarios, premios, días libres, bonificaciones, acceso a tipos de cultura, instrucción, diversiones. Ahora todo se paga con papeles de tristes colores. Es como para reírse a carcajadas de su presunción. Como te seguía diciendo, los juguetes con los que se divierte al sector esclavo son variados, para que no haya problemas. La casta superior otorga derechos y deberes fácilmente ignorados por esta, aunque obligatorios bajo castigo para las más bajas.

El humano se ha creído la gran mentira de que servir es bueno. Zeus tuvo algo de culpa (en ese momento me dijo que era para controlar la voracidad de la soberbia humana). Ahora es triste cómo se usan términos e ideas distintas para justificar la esclavitud en todas sus variantes. Servir a alguien es siempre servir a alguien, no importa cómo se le diga o disimule: esclavo, campesino, villano, asalariado, ayudantes, operadores de fábrica, empleados domésticos, etc. Al final de cuentas, el Hombre se ha vuelto siervo del Hombre y los amos se han esclavizado de sus poderes. Más esclavitud. El humano disfraza las cosas a su conveniencia: los empleados domésticos son esclavos pagados (en su mejor caso). Mejor decir "esclavo" que “doméstica” ¿Qué implica ser doméstico? Implica ser amansado, desprovisto de rebeldía, son como unos animalitos.

Hay semejanzas entre el sistema de contrato que rige hoy en los humanos y el sistema de esclavitud de Roma o la antigüedad: entre patrones amigos se intercambian los sirvientes, estos comen en la cocina, no pueden estar en la sala de los señores, limpian los cuartos, lavan los platos que los señores han ensuciado en sus fiestas u orgías, se les da un trato paternal, no tienen que tener dignidad; si se rebelan, se les aumenta el salario, se les da mas días o mas horas de descanso, o se les bota, total, hay miles de personas que buscarán su puesto, no son personas sino instrumentos.

La independencia es una forma para destruir el concepto de esclavitud, lamentablemente el hombre es ocioso: ¿para qué hacerlo si alguien lo puede hacer por mi? Por eso, que el hombre quiera abolir la esclavitud es absurdo y no utopía. Desaparecería casi toda la humanidad para conseguirlo. Volver al inicio con los saberes ya obtenidos es intolerable para el ego de sus dirigentes. 

Al cometerse abusos, jóvenes se sublevan contra sus amos, tal vez alentados por estudios y lecturas liberalizadoras intentan ser libres, pero ni siquiera saben qué significa eso y, al debatir, se internan en senderos laberínticos que terminan en caminos sin salida, volviendo con seguridad a seguir en el camino de sus padres. No hay cambio; por eso, fracasa tanto ideal acumulado en los sueños y esperanzas humanos.

Simplemente uno desea lo que no tiene. Concluyo que el humano no es libre, porque se entrega con facilidad al deseo y al miedo. Nuestro deber es vigilar que no haga mucho daño, porque el cambio viene de uno mismo y él no quiere cambiar. Fin.  


-      Tu historia es pesimista, ¿hay resentimiento hacia ellos?

-      Ellos nos cambiaron por ustedes fácilmente. No hubo tiempo para corregirlos. Eso me entristece, sabes. Ustedes lo malograron todo.

-      Todo tiene que cambiar. Es ley.

-      Sí. Perdóname, mas me cuesta creer que una patética religión nos haya vencido, aunque no hayan durado ni la mitad de lo que nosotros duramos.

-      Tenía que suceder, en aras del universo. ¿No crees? Bueno, lo que has narrado completa mis conocimientos sobre la especie humana, en verdad te agradezco, no entiendo cómo me pudo interesar e incomodar sus existencias mortales.

-      Algún día sabrás por qué. Todo tiene un pasado y; por tanto, una historia.

-      Supongo que sí. Me voy, este lugar me es ya insoportable. Adiós Hera.

-      Hasta pronto angelito y abrígate bien (qué nervios, tantas revelaciones, menos mal no preguntó más, mejor, así no sabrá sus orígenes).



PMVA



sábado, 27 de diciembre de 2014

El periodismo en el Perú

Hace mucho tiempo un erudito peruano dedicó un poco de su tiempo a investigar los orígenes del periodismo en el Perú. Se llamaba Raúl Porras Barrenechea, un sujeto ético y visionario, que no solo se limitó a representar al Perú ante otras naciones, ni tampoco solo a enseñar e incentivar a la nueva generación de su tiempo el gusto por la cultura peruana; sino que también fue un investigador y crítico notable a tal punto que es considerado uno de los grandes maestros de su época, admirado por muchos, envidiado por algunos y poco comprendido por otros.

En su breve trabajo sobre la prensa peruana, Porras destaca dos aspectos importantes que se remontan a los tiempos coloniales: uno es la idiosincrasia chismosa del limeño, acompañado de su poco gusto por las Letras, su falta de costumbre de leer y pocos deseos de ilustración. Dos, una obcecada pasión por la libertad de parte de nuestra prensa; no obstante, colaborar en desordenes políticos, codicias vestidas de patriotismo, abusando de palabras engañosas y supersticiones políticas.

También nos recuerda que un 1º de octubre de 1790 se funda el Diario de Lima por el español Jaime Bausate y Mesa, de quien cita Porras esta frase: “En no hiriendo directamente a determinada persona, ella es la salsa de los papeles”. Asimismo, que el 4 de mayo de 1839 Manuel Amunátegui y Alejandro Villota fundan El Comercio, cuya imprenta fue adquirida luego en 1875 por José Antonio Miró Quesada y Luis Carranza. De este diario, Manuel Atanasio Fuentes se expresa así: “capeaba todas las situaciones de compromiso; cuando algún toro embestía, su imparcialidad se metía tras la puerta del toril y dejaba a la cuadrilla de banderilleros que mataran la fiera, para salir después cantando el de profundis al muerto y el gloria in excelsis Deo al recién levantado”.


Esto escribió Porras hace poco más de medio siglo y las cosas no han cambiado en su contenido ni idiosincrasia; la tecnología y nuevos mercados han dado nuevas caretas a nuestra querida prensa convencional. Hay pocos que verdaderamente hacen periodismo.  

Si quieren leer su investigación y no conformarse con estas palabras, lean este libro en donde no solo encontrarán datos interesantes; sino también conocerán a través de esta breve historia del periodismo periodismo peruano que realiza Porras, por qué nuestra prensa es así como lo es ahora:

  
PMVA

lunes, 15 de diciembre de 2014

El jardín de Febos

- Febos, qué bonito jardín tienes, me hace parecer a los que hacen los humanos. Por cierto, su especie me 
   parecen interesante, ¿me puedes decir su historia?

- Gracias por lo del jardín. ¿Interesantes? El iluso de Prometeo pensó lo mismo, se arriesgó por ellos, ahora 
   ni se acuerdan de él ni de su sacrificio: es solo un mito bien narrado.
- ¿Cuándo comenzó este desvío, Febos?

Uhmm, veamos…Cuando aumentó paulatinamente su decepción de los dioses, el humano se entregó a sus bajas pasiones. El mito, por mencionar un ejemplo, fue entendido como algo improbable, ligado más a la imaginación que a la realidad.

La humanidad construyó un edificio inmenso, bello por fuera y por dentro para vivir en sociedad y recrearse. Hizo varias puertas, cada una conducía a conocimientos distintos. Con el tiempo, el humano olvidó qué puerta abría tal o cual saber. Con el aumento de habitantes en el edificio, surgió el caos al no saber cómo controlar a los recién llegados. Después buscaron sentido a la verdad tras una imperiosa necesidad de instalarse en su nuevo sistema. Pronto envidiaron enfermizamente nuestro poder y eternidad teniendo sed por acapararlo todo. Luego crearon su propia verdad y olvidaron.

Satisfacer nuevas necesidades provocó cambios en su manera de vivir. Adiós a nuestra protección. No la querían más. Abogué por ellos, nos dio pena dejarlos sin esperanza y sin dones. Yo les di el conocimiento del arte; otros, también les dieron algo. Creí que el arte elevaría su espíritu, pero concederle dones lo corrompió más. Ya ves, también nos equivocamos de vez en cuando. Bueno, no todo es malo. Surgieron seres extraños, el último intento de la esencia humana por conservar las tradiciones antiguas. Menos mal siguen existiendo para alegría nuestra.

Con el conocimiento, obtuvieron ciertos descubrimientos. Inmediatamente la llaman “ciencia” a esta manera curiosa de descubrir cosas. Siempre les ha gustado poner raros nombres a todo lo que le rodea. Seducido por su ego, avanzó y conquistó territorios antes sagrados, tierras lejanas e incluso viaja al espacio. Qué manía de estampar su sello personal a todo. La tecnología, hija de la ciencia, lo ayuda a perderse en sus deseos.

Quítales su ambición, esperanza; anula su ciencia: verás que se comerán entre sí.

-      No lo creo. Considero que no se ha perdido toda su esencia. Por eso existen los que llamas “extraños”, los cuales aumentan cada vez más. Si no conservaran algo de su esencia ya no existirían. Pienso que es necesario el exceso para que una especie inteligente evolucione. Creo que el humano nos llegará a superar. Para diferenciar lo sano de lo enfermo, se debe primero meter las narices en la peste y lo putrefacto.

-      Pero el humano no sólo mete una parte de su cuerpo, lo hace con todo su ser.

-      Es su forma de evolucionar, cada especie encuentra la suya. No dudan en esclavizar sus espíritus, para saber lo que es la libertad y amarla. Sus extremos lo ayudan, aunque no lo creas. Por eso los encuentro interesantes.
-      Creo que tus palabras se deben a tu juventud eterna. Ya es suficiente. Basta de insolencias. Los humanos no valen la pena ni siquiera para tener esta discusión.

-      No obstante, la estamos teniendo. Además, cuida tus palabras, me das a entender con lo de mi juventud, por ejemplo, que podemos aprender nuevas cosas en nuestro estado de eternidad; también que has envejecido y cerrado tus pensamientos.

-      Tus nociones son humanas y no todos los jóvenes humanos superan a sus mayores. También en este plano siempre aprenderemos, somos vida y la vida evoluciona.

-      Parece que no te gusta que te den la contraria.

-      ¿Eso crees, Reiyel? Soy un dios antiguo y tú un ángel. Con esta historia antigua que te relataré te darás cuenta que los humanos necesitan de alguien que los guíe: ellos no pueden solos. Dices que nos superarán, yo digo que nunca saldrán de su edificio: han perdido las llaves que abrían sus puertas. Ese era el único modo de superarnos.

-      Es más que suficiente. Un día serán tantos que no necesitarán de llaves, derribarán esas puertas…

-      Lo harán porque son muchos, eso no cambia las cosas. No entenderán nada y sólo unos pocos utilizarán a la mayoría para tener más poder. Destruirán su planeta y seguirán a otro. Siempre han dado prioridad a lo externo antes que lo interno.


En sus inicios, la humanidad recibió nuestro cuidado y observación. Eran puros, escasos e inocentes. Estuve ahí. Al ser dependientes de su entorno, comenzaron a depredar. Los castigamos. Entendieron. Volvimos a confiar. Para no olvidar su esencia y lo pasado, nos pidieron habilidades. Se las dimos. Fue fácil, parte de nuestras esencias también están en su cuerpo. Yo les desperté su creatividad. Con la aparición de la historia y la escritura hallaron el modo de cristalizar los hechos pasados. Cómo no se nos ocurrió.

Más humanos. Peligro. Comunicarse con nosotros lo insta a construir edificaciones majestuosas. Crecen su orgullo y vanidad. Imperios y reinos se forman. Lujuria y poder. Que se castigue él mismo por la ley Causa –Efecto, acordamos. Demasiado dolor para Artemisa: sus bosques depredados con más frecuencia. Apelamos a nuestros heraldos, espíritus maestros: Buda y Jesús. Primeros resultados positivos. Pero el entusiasmo es mala señal por ser efímero, degenerar en cansancio y luego decepción. A medida que los mensajes impartidos por nuestros Enviados se esparcían por todos los rincones del orbe, las poblaciones que ya poseían un nivel de pensamiento y de vida específicos, no entendieron la naturaleza de nuestra voluntad traducida en este acto de desprendimiento.

Estrategas en Occidente adecuaron nuestro mensaje a cada pueblo. Decepción. En vez de evolucionar su espíritu, el hombre utilizó ciertos conocimientos nuestros para su provecho inmediato, para saciar esa sed interminable por el poder y por el miedo. Saber que por su propia mano fracasó el humano, habiendo podido ser como tú y yo, hizo que la poca esperanza que nos quedaba en los humanos, se perdiera para siempre. Desde ese momento, solo lo vemos como un juguete y ya no como un amigo.

Su vida es reflejo de lo que no hizo y de lo que no hará. No enviaremos a nadie. Alegra ver que aun hay seres que siguen nuestra tradición o sienten al universo. A ellos oímos.

-      Vaya historia. No obstante, pienso que los humanos nos superarán algún día. Es cierto que la corrupción lo alcanzó, pero es porque algo falló. Se han divorciado su pensamiento y su memoria, mas no han desaparecido: están enemistados. Recuerda que la esencia no desaparece, solo crece o decrece.

Hemos olvidado que somos eternos y ellos mortales. Los queremos medir con la misma medida. Error. Ellos todavía no despiertan sus poderes. Tienen aun mucho miedo. Pero algún día lo harán ya que han avanzado muy rápido. En su corta edad han alcanzado grandes avances. Lentamente están despertando sus cualidades espirituales siguiendo el hilo invisible trazado por Prometeo. He ahí el miedo de Zeus y de los demás.

Lo admiro como sobreviviente. Podrá parecer que el Hombre vive en caos, sin futuro ni esperanza, bien sabes que solo son apariencias, o sea, refracciones dimensionales. Está aprendiendo de sus errores. Su caos pronto se verá transformado en un nuevo orden, donde nosotros no tendremos ninguna posibilidad de controlar o intervenir. Sin alguien que no nos recuerde, morimos. Ese es el truco de la eternidad, nuestro secreto. Los necesitamos para vivir, mas ellos no. Por eso recurrimos a especies jóvenes. Por eso damos nuestro aliento. Esto temen los dioses antiguos y sobre todo tú, Febos.

-      Existimos porque somos Vida y nunca morimos. Ja, ja, ja, ja. Bueno Reiyel, ya es suficiente, vámonos a pasear, te invito a un paraje humano maravilloso que parece detenido en el tiempo. Felizmente, los humanitos no saben de su existencia. Ahí seguiremos debatiendo, tenemos siglos para conversar.


-      Si insistes en la invitación, acepto gustoso, viejo Febos. 

PMVA



domingo, 14 de diciembre de 2014

La Casa de Afrodita

-      ¡Qué delicioso!

-      ¿Te gusta? ¿No exageras? ¡Soy un simple masajista que sufre por tu don!

-      El humano posee cualidades que admiro. Es una de mis especies preferidas. Lo triste es que sufren porque quieren. Ustedes fueron quienes en su afán de controlarlo todo, crearon esa palabrita llamada “Lógica”. No fuimos nosotros.

-      Amada diosa, cuando sentimos placer, este se vuelve un arma de doble filo. Por un lado, nos causa bienestar embriagándonos los sentidos; por otro, tras un tiempo brevísimo, aparece la dependencia, y sordidez en algunos casos.

-      Es que ustedes son golosos. Ja, ja, ja, ja. A ver, para darte una idea: el placer es como el néctar de una flor deliciosa y provocativa que si se acumulara, aquella se pudriría. Felizmente hay un animalito que lo aprovecha, es el picaflor o colibrí, quien se alimenta de este jugo y favorece a la planta. Este lindo ser solo toma lo necesario, ni más ni menos. Aunque no parece, todo está en equilibrio.  

-      ¿Me estás diciendo que debemos ser como el picaflor?

-    Espera, espera. Sólo fue una metáfora. Tu ímpetu es más veloz que tu prudencia. El placer se encuentra en todas las cosas y seres inmersos dentro del universo. No es bueno ni malo, ni tiene consecuencias negativas en su esencia. Ustedes son los que se condenan al dolor y a un sinfín de tristezas. Como estoy de buen humor gracias al masaje de tus manos, te contaré algunas cositas, así que te quedas aquí sentadito y escucha con mucha atención lo que te diré.

-      Pues no me queda otra, ojala no sea nada pornográfico, ja, ja, ja, ja. Recuerda, soy una criatura casta, aunque no lo creas.

-    ¡Cínico! Bueno, no te duermas o te envío con las Gorgonas para que las seduzcas. Por cierto, Medusa está ansiosa de un pretendiente…


A ver, primero debes saber que en nuestro universo hay elementos cuya percepción depende exclusivamente del nivel evolutivo de cada ser. Por ejemplo, citaré a especies de tu mundo: una serpiente “ve” el mismo objeto o criatura como lo “ve” un oso o un caballo, pero la percepción es distinta: dependerá de la evolución de cada sistema ocular. Si bien ustedes tienen buen sistema sensorial, no es suficiente para captarlo todo.

Hay dos grandes fuerzas en el Cosmos, como si fueran su “sangre”: el amor y el miedo. Influyen enormemente en las decisiones y acciones de los seres vivos. Sin embargo, hay un elemento neutro depositado en cada partícula del universo que solo despierta cuando un ser se vincula. Al hacerlo, “carga” positiva o negativamente dentro de sí sensaciones. Se trata del placer. El humano, criatura con cierta inteligencia, conoció desde sus inicios el placer y las sensaciones que produce.

Bien, hace mucho, mucho tiempo, nosotros, los dioses antiguos, nos encariñamos con ustedes, así que decidimos darles un don especial, para ahorrarnos tristezas que podían evitarse. En mi caso, les desperté la capacidad de sentir y expresar, como nosotros, las bondades del amar y del temor a perder lo amado, a través del placer. Gran error: creíamos que su inteligencia podía controlar el miedo, tal como lo hacemos, así vivirían en su Mundo Feliz. Muchos entendieron y evolucionaron; pero la gran mayoría, no. Si se prolonga por demasiado tiempo la sensación del placer, enferman tanto el que desea como el objeto o cuerpo de deseo. Obsesión, perversión y desesperación son síntomas.

Como en el ejemplo del picaflor, en el placer hay beneficio de ambas partes y no sólo de una. En el humano no pasa necesariamente eso. En su afán de extasiarse eternamente, pierde el norte y se descarrila. Pasión no lo es todo, querido. El miedo inundó la esfera del Amor (algo nunca antes visto en una criatura evolutivamente creativa). Desde entonces, el hombre confunde placer, amor y miedo, no recuerda los ahora secretos de la vida. Querido, ustedes se matan porque quieren sufrir, porque no aceptan sus limitaciones y porque quieren entender algo más grande que sus pensamientos.

-      Ustedes nos hicieron nacer ese deseo de ser más de lo que somos. Éramos simples, cuando nos dieron su ayuda no permitieron que progresáramos por nuestros propios errores. Demasiada vanidad por parte de ustedes.

-      Todos los seres reciben ayuda de otros seres. Es básico para la evolución. Llámalo experiencia, influencia, contacto físico, etc. Si no éramos nosotros, eran otros…

-      El error se dio al inicio. Es cierto que todos los seres vivos evolucionan a partir del contacto con otras especies y/o circunstancias; sin embargo, cuando un ser superior interviene en el desarrollo de algún ser, comete el crimen más grande contra la misma vida: retrasa la evolución.

-     Ustedes desarrollaron, como ninguna especie aún lo ha hecho, el significado y el valor de la diferencia. Me explico, comenzaron a diferenciarse para hallar el equilibrio en su sociedad, es cierto que hay mucho miedo, muchas dudas, ¿y qué con lo otro? Lo otro es lo positivo que han guardado algunos de vosotros en sus mentes. Amigo, desde mi llegada a este sector del universo, tu especie con su ingenio, curiosidad excesiva y alegría me llenan de encanto. Nos alivia hallar más de ustedes que desarrollan sus potencialidades fuera de nuestro pronóstico.

-      ¿Y qué con el placer, el amor?

-      Si no te has dado cuenta, querido, cada generación de ustedes contribuye a la superación de errores y miedos de la anterior, superándose. Sus niños son diferentes a cuando vosotros lo eran también, la próxima generación superará aún más a la actual. Creo que llegará el día en que nos agradecerán por todo lo que les despertamos. Mientras, contemplo extasiada cada paso por descubrir y evolucionar que ustedes dan. Después nosotros seremos los que los envidiemos a ustedes ¿Sabes por casualidad cuánto tiempo humano se demoró tu planeta en ser lo que ahora es? Cada momento fue un paso minúsculo, imperceptible. Pero sin esos pequeños cambios, ustedes ni siquiera existirían. Se necesitan milenios, eras, para que se produzca un cambio sustantivo. Sus mesecitos, años y siglos no son nada en comparación con la idea de transformación y evolución que se da en la vida.

-      Gracias Afrodita. Hoy he aprendido más cosas de lo que esperaba. Hemos hecho del amor y de otras materias, nuestra propia versión y ese es el punto de partida.  

-     Vete. No vaya ser que mis hermanos se den cuenta de tu presencia, aunque estoy segura que también ellos tienen sus preferidos. Vete.

-      ¡Me voy!

-      Cuando necesite de ti, te susurraré al oído palabras que no te dejen escapatoria a mis encantos.

-      Tú mandas y obedezco, pero no abuses; si no, caeré cautivo de tus necesidades.

¡Goloso! Ja, ja, ja, ja. Vaya que me haces reír. Vete, o no respondo de mí, mmm… Que los vientos dulces de mi aliento te devuelvan en tiempo y en lugar de donde te secuestré. Que el amor y el gozo inunden tus pulmones mortales y que recuerdes que hay una diosa agradecida observándote.

PMVA



martes, 9 de diciembre de 2014

Un artículo sobre el cambio climático

El ahora famoso cambio climático es el ciclo de alteración natural que experimenta nuestro querido planeta Tierra cada cierta era millonésima, en el cual se suceden transformaciones en la temperatura y condiciones ambientales. El problemita radica en que la acción del ser humano ha acelerado este ciclo. En casi 400 años se ha cambiado drásticamente lo que sucedería dentro de millones de años.

Negar que no seamos los únicos que con nuestra contaminación estamos creando medios hostiles a la vida es ilógico. Somos las únicas criaturas que tenemos industrias, minerías, laboratorios, arrojamos petróleo y basura a los océanos y ríos, nos matamos por gusto de otros, nos reproducimos como hormigas solo que más grandes y ambiciosas,  y después nos hacemos los inocentes porque hay otros que contaminan más, me pregunto ¿quiénes serán esos otros seres? Nadie responde.

Muchos piensan que esto del cambio climático antes que un hecho real e incómodo, es una alharaca exagerada de un reducido grupo conformado por reprimidos e idealistas. En un artículo de la revista Somos[1] se recogen estas opiniones:

“Si diez científicos no me pueden garantizar el tiempo que va a hacer mañana en Sevilla, ¿cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años? Es un asunto al que hay que estar muy atentos, pero tampoco lo podemos convertir en el gran problema mundial”.  [Mariano Rajoy, p. 29; 2007].

“Los abandonos del apocalipsis climático exigen dedicar cientos de miles de millones de euros a causas tan científicamente cuestionables como mantener la temperatura del planeta Tierra dentro de un centenar de años y resolver un problema que quizá, o quizá no, tengan nuestros tataranietos”. [José María Aznar, p. 29: 2007]



Algunos gobernantes o líderes de opinión creen que el tema del cambio climático se ha politizado demasiado, convirtiéndose en una plataforma donde anónimos personajes se lanzan al ruedo de la política. A decir del escéptico ambiental Vaclav Klaus[2]: “Los ecologistas no quieren controlar el clima, quieren controlarnos a nosotros; salvemos al planeta del movimiento ecologista”. Al respecto, Ricardo León escribe: “Quizá la postura que genera un mayor consenso entre los escépticos del cambio climático es aquella que niega que el hombre sea el principal causante del calentamiento global”. Cita, por ejemplo, al geólogo peruano Rafael Belaúnde quien afirma que, “aunque es imposible desentenderse de la crisis ecológica, de ahí a terminar como títeres de manipuladores y fundamentalistas hay un gran trecho”.

León menciona también al ex ministro de Educación de Francia y miembro de la Academia Francesa de Ciencias Claude Allègre, quien opina que los ecologistas no son sino alarmistas y que la ecología se ha convertido en un lucrativo negocio para algunos.

Es cierto que este tema ecológico se está convirtiendo en algo político y económico, incluso de moda; ya que, productos y estilos de vida ambientalistas están generando industrias de consumo ecológico de alto costo para las personas e inversiones millonarias para los gobiernos. Eso es un aspecto muy importante para tener en cuenta y corregir. Sin embargo, ser conscientes de esta situación que ocurre hoy, no justifica lo dicho por Bjørn Lomborg, a quien León parafrasea e interpreta:

“a medida que aumenta el PBI de un país, aumenta también la emisión de partículas contaminantes derivadas de la industria y, por lo tanto, la preocupación por el ambiente y el esfuerzo por reducir las emisiones. Esto es: hay que producir más, sin importar que se contamine más, para que haya una mayor conciencia ambiental. En otras palabras, solo un país rico puede ocuparse de cuidar el medio ambiente, pero después de haberlo contaminado para generar riqueza”.


Continuando con esta línea, aunque con una versión “moderada”, lo expuesto por Ian Vásquez en su artículo publicado en El Comercio, me da la impresión de que no se lee historia o no conviene hacerlo[3]:

“No hay consenso, sin embargo, acerca de la confiabilidad de las proyecciones de la ONU sobre el calentamiento global y sus efectos, ni sobre qué hacer al respecto. (…) Es más, desde los años noventa, el ritmo de calentamiento global se ha desacelerado considerablemente (…) El experto Indur Goklany documenta mejoras formidables en esas áreas sensibles al clima: la productividad agrícola, el hambre, la salud, la pobreza mundial, acceso a agua potable, y muertes debido a episodios de clima extremo. (…) Hay mucho más bosques en Europa hoy que hace 100 años. El crecimiento, la tecnología y los mercados globales han hecho más productiva y eficiente la agricultura, por lo que se cultiva mucho más usando menos tierra. Tal progreso humano no hubiera sido posible sin el uso de combustibles fósiles en el comercio, las computadores, la medicina, los plásticos, el transporte, las telecomunicaciones y un sinfín de cosas que han beneficiado al mundo. (…) En la medida que los países se vuelven más prósperos y gozan de tecnologías superiores, pueden enfrentar mejor la adversidad, ya sea causada por el calentamiento o no. (…) Reducir forzosamente el uso de hidrocarburos solo disminuiría la incidencia de la malaria y otros problemas asociados al cambio climático en un pequeño porcentaje. Pero el costo seria enorme y la desaceleración económica afectaría a todo, incluso a la capacidad de enfrentar un sinnúmero de problemas del subdesarrollo que no son relacionados al calentamiento y que son prioridades. El crecimiento económico, en cambio, permite tratar los problemas directamente a un costo infinitamente menor y de manera más equitativa. (…) No hay que cometer la irresponsabilidad de seguir las recomendaciones de la ONU”.



Para muchos economistas, algunos intelectuales y autoridades aceptar los cambios que demandan los ecologistas verdaderos implica una verdadera revolución ideológica que conlleva transformaciones sociales y económicas de gran índole, lo que devendría en sus apocalipsis personales. Están acostumbrados a este ritmo capitalista. Hay intelectuales y científicos comprados para defender con criterios ambiguos o sesgados las causas del sistema, minimizando los daños colaterales al planeta y alarmando sobre los cambios durísimos o catastróficos que el cambiar significaría. El desastre seria para ellos y para quienes sirven, no para las demás personas agrupadas en la palabra “pueblo”. Parecemos borregos siguiendo a pastores o amos que nos llevan por buen pasto. Somos felices si tenemos para comer, tener descendencia y no sentirnos frustrados de vez en cuando. En muchos casos, para que el statuos quo se mantenga, se apela a políticas de miedo o pánico social. Incluso se alteran documentos oficiales para que las cosas no salgan tan mal públicamente.  

Con lo vertido por Lomborg y Vásquez cabe reflexionar sobre el rol de las transnacionales que viven gracias al sistema capitalista y globalizado en que nos encontramos. Hay muchísima gente que actúa a manera de sus caballos de batalla o como sus peones. A las compañías no les conviene la idea de que sus peones piensen por si mismos. Aunque no lo pueden contener, les tratan de dar un espacio controlado, minimizándolos, dándoles una libertad a medias. Por qué creen que los libros o personajes antiambientalistas son tan voceados y costeados.

Me pregunto si los escépticos y abanderados del capitalismo leen historia. Al parecer se centran en la historia de Europa y no van a las zonas marginales de sus propios pueblos. No miran ni analizan lo que ocurre en África, Asia o América. Es una pérdida de tiempo seguramente para sus recargadas agendas de análisis. Consultemos a la historia, no solo la que leemos en colegios, la cual es muy bonita.

Los reinos europeos estaban en una época muy mala, sus guerras habían mermado sus arcas y su gente, la expectativa de vida era hasta los treinta años, incluso menos. En eso, se descubrió América y hallaron la gallina de los huevos de oro: encontraron la salida a todas sus angustias y necesidades. Los ingleses y franceses botaron a sus insurgentes al Norte; mientras los españoles y portugueses se enriquecieron con oro, plata, piedras preciosas y tierras americanos. Colonias nos llamaron. Extrajeron riquezas, recursos naturales y millones de vidas. Éramos sustituibles y solo necesarios para levantar sus estatus, morales caducas y agrandar sus egos nacionales.

Aplicaron políticas de miedo y avasallamiento que se quedaron en el inconsciente colectivo de los “dominados”. Si Europa o Estados Unidos están tan bien se debe a nosotros, ya que Estados Unidos aplica la misma política que Europa hizo en la conquista de América y África. Todo se lo deben a nuestros recursos, nuestra materia prima que ellos procesan. Piden más, nuestros bosques son los paganos.

El periodo colonial nos muestra a reinos ambiciosos, que disfrazaron sus verdaderas intenciones bajo tonos paternalistas. En nuestro país arrastramos la desconexión con el medio ambiente desde que nos invadió la Corona Española y su séquito de corruptos que solo nos vio como una mina para satisfacer sus deseos de poder y riqueza. En el papel quedaron los buenos propósitos. No había suficiente gente honesta para controlar que no se cometieran abusos ni aplacado la sed de poder inconmensurables.

En la actualidad, hay datos interesantes sobre la Cumbre de Kioto que Ariel Segal publica en Perú21[4]; por ejemplo, que si bien Clinton integra a Estados Unidos al Protocolo de Kioto, Bush y el Congreso de EUA no lo ratifican. Canadá decidió retirarse en el 2011. China es el mayor emisor de monóxido y dióxido de carbono del mundo; e India, el segundo, juntos propagaban en 1990 el 10% del total global y para el 2011 el 30%. Con estos datos que relucen el mínimo interés que muestran las grandes potencias en cambiar sus políticas de gobierno es lógico que algunos informes sean positivos y calmantes de cualquier crisis ecológica. 

Los países mal llamados por nosotros “desarrollados” sacrificaron sus recursos naturales y los ajenos para alcanzar esa categoría ideal. Ahora que han alcanzado el estatus deseado, se dieron cuenta de algo que olvidaron: la naturaleza. Quieran o no estamos viviendo en este planeta y hasta el momento, solo hay uno que nuestra vida. Los países en desarrollo buscan ciegamente volverse desarrollados y están repitiendo los mismos errores que hicieron sus predecesores. Los desarrollados se han dado cuenta también que nuestros países-colonias son la esperanza para que el planeta se recupere un poco de lo ya hecho. Pero cómo convencerlos que no sigan la misma ruta de ellos.



Nuestro querido Perú

En nuestro caso, la corrupción mermó voluntades y costumbres despreocupadas por la naturaleza, estas se fueron afianzando en nuestra manera de vivir, aunque nos sobresaltemos de vez en cuando por El Niño, La Niña, huaycos, terremotos, sequías y heladas. Demográficamente seguimos creciendo desordenamente. Con el boom mobiliario hay edificios donde habitan cientos de personas, acaso nos preguntamos si podremos mantener los recursos naturales necesarios para satisfacer las necesidades primarias de esta gente. Supongo que eso es solo problema de las autoridades: nuestro deber es multiplicarnos como Dios manda y vivir lo mejor posible.

Para Mariana Alegre, coordinadora de LimaCómoVamos[5], estamos ante una desigualdad ambiental en términos de satisfacción con los servicios. Las diferencias son notarias entre los sectores socio-económicos ricos y los menos favorecidos de la ciudad. Sobre el por qué para los peruanos el tema ambiental está cobrando mayor relevancia, Alegre piensa que se debe a las constantes campañas de sensibilización en contra de la contaminación ambiental hechas por instituciones tanto publicas como privadas, aunque eso se haya vuelto una moda. Ahora bien, la ciudadanía ya no se preocupa por pagar solo sus cuentas, ahora demanda mejores condiciones de vida.

Nuestras autoridades no nacieron de la malva, provienen de las canteras del pueblo. Si nuestra idiosincrasia es criolla, que se traduce por el gusto exquisito por lo fácil y lo burlesco, entonces qué les queda a nuestras autoridades que ser victimas de personajes e intereses extranjeros. Si se contamina un poco el río, se talan bosques o se cazan animales en peligro de extinción no le hace daño a nadie. Y si hay posibilidad de enriquecerse o sacar tajadas mucho mejor. Por eso, siguen las cosas como hace 160 años lo diagnosticaron estudiosos. No ha cambiado el fondo; sí, las formas.

Que las autoridades limpien, que las autoridades propongan, que esto y lo otro, y nosotros qué. Qué si seguimos arrojando basura sin clasificar su uso, botando cosas solidas al mar vía el desagüe, si en las playas dejamos cuanto desecho hayamos traído. No somos conscientes de que cada acto nuestro implica una consecuencia así sea esta leve.

Debemos desarrollar conciencia crítica o acaso creen que si hay un cataclismo fuerte todos entraremos a un arca y nos salvaremos. Concienciarnos y pensar no solo en el presente, proyectarnos en lo que queremos para nuestras generaciones, cambiar nosotros mismos, aunque sea una tarea muy dura. A mi entender, es el único camino, difícil, pero recto y correcto.

PMVA

  




[1] León, Ricardo. Calentura climática. En: Somos, Nº 1461, Año XXVII, pp. 28-29
[2] Ib. Opinión sostenida durante la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, en Nueva York, 2009. 
[3] Vásquez, Ian. Cambio climático: adaptarse es mejor. En: El Comercio, sábado 6 de diciembre de 2014, A33.
[4] Segal, Ariel. Calentura. En: Perú21, sábado 6 de diciembre de 2014, p. 12
[5] Alegre, Mariana. Aspiramos a la igualdad ambiental. En: El Comercio, miércoles 26 de noviembre de 2014, A6